lunes, 23 de enero de 2012

ESTAR SANO ES UNA OBLIGACIÓN

Muchas veces cuando vamos al médico y nos comunican que tenemos una enfermedad decimos, que hemos tenido mala suerte porque nos ha aparecido la enfermedad. Pensamos que las enfermedades nos llegan porque sí y que la salud y la vitalidad es un regalo que unos tenemos y otros no. Cuando en realidad muchas veces, es el resultado de nuestra forma de vivir la vida. El problema es que las enfermedades normalmente llegan mucho más tarde de lo que se originaron y muchas veces ya es tarde para rectificar nuestro comportamiento o los factores que la crearon.
Qué duda cabe de que existen factores genéticos que nos predisponen a casi todo en la vida, pero que se desemboquen en una enfermedad depende de nuestro comportamiento y de nuestra actitud ante la vida.
Nuestro cerebro que sabe muy bien lo que nos conviene, se esmera en enviarnos avisos  constantemente advirtiéndonos de que el estilo de vida que llevamos no nos llevará a nada bueno. Estos mensajes suelen ser en forma de dolores de cabeza, dolores de espalda, agotamiento, falta de energía, mal humor, insomnio, etc. Mensajes a los que no hacemos ni el más mínimo caso pero que debemos saber que no son solo avisos de enfermedad, sino que son ya la manifestación de la enfermedad y si pasamos mucho tiempo empeñados en no hacer caso a estos mensajes, finalmente el cerebro nos manda una enfermedad grave para que cambiemos de vida diciéndonos “ahora vas a parar” ¿Por qué? Porque entiende que si seguimos con el ritmo de vida que llevamos, vamos a durar menos aún que con la enfermedad que nos envía. Lo malo es que muchas veces lo que hacemos es someternos a un tratamiento o a una operación y continuar con el comportamiento que generó la dolencia. Como consecuencia de ello, morimos antes de lo que debiéramos.
Escuchemos a nuestro cuerpo y tal como atendemos a nuestro coche cuando en el panel de control se encienden los chivatos del aceite o del motor,  cuidemos a nuestro cuerpo porque nos tiene que acompañar durante toda la vida y toda la vida son muchos años.
Desde hoy tenemos la capacidad de cambiar nuestra forma de vida, debe ser obligatorio hacer deporte al menos una hora cada día, mejorar nuestra alimentación tomando antioxidantes, vitaminas y minerales, sobre todo a partir de los 35 años y desde mi experiencia personal puedo asegurar que para esto Vemma es el mejor aliado. Solo les pido una cosa: pruébenlo y eso es todo.
La vida es un regalo que tenemos y compartirla con los seres queridos es una obligación que tenemos, salir a pasear, bailar, abrazar y reír es otra obligación y como decía un amigo, solo hay una manera de reír más y es aprender a reírnos de nuestros propios errores, esto nos dará una fuente inagotable de sonrisas. 

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