Me ha sorprendido mucho una noticia que acabo de leer referente a los
niños obesos en nuestro país. Según un estudio dirigido por Pedro José
Benito, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y
profesor titular en la Universidad Politécnica de Madrid, en España hay
más niños obesos que en los Estados Unidos.
En
esta investigación pionera en nuestro país han trabajado 30
investigadores y se realizó entre 2.000 voluntarios en los últimos cinco
años y han dictaminado, según los estándares internacionales, el 26’1
por ciento de los niños españoles hasta los 18 años de edad tienen
sobrepeso. Otro 19’1 por ciento de los niños son obesos, en comparación
con el 16 por ciento en los Estados Unidos. Estos datos reflejan que las
estadísticas se han triplicado en nuestro país en los últimos 30 años.
Además en España, un 38’7 por ciento de los adultos tienen sobrepeso y
un 14’5 por ciento son obesos.
Cuesta creer estas
alarmantes cifras, pero sólo hay que ver a los niños españoles en las
calles y los colegios para constatar su certeza. Tenemos ante nosotros
un problema muy preocupante, sobre todo por el riesgo para la salud de
los niños y el desarrollo de enfermedades como la diabetes que pueden
afectarles a lo largo de toda su vida, por no comentar los aspectos
psicológicos que hay alrededor del sobrepeso, máxime en estas edades.
Creo
que la intervención del Estado en la regulación de la venta de
alimentos ricos en grasas saturadas debe ser una realidad, no solamente
por el gasto de dinero público que conlleva el atender las necesidades
médicas derivadas del sobrepeso, sino principalmente por el hecho de
mejorar la calidad de vida de las personas.
Todo el mundo sabe
que los niños aprenden de los mayores, por ello hay que apostar por una
educación alimenticia en los hogares y colegios, incluyendo hábitos
saludables de alimentación en casa; así como una apuesta decidida con un
respaldo total por la actividad física en la educación para asegurar
generaciones sanas y emocionalmente estables.
Si este cuidado
hacia los niños se complementa con la ingesta de dosis diarias de VEMMA
por parte de nuestros hijos, tendremos la tranquilidad de ofrecerles
todos los nutrientes necesarios para tener una vida saludable. Aunque de
ninguna manera el producto va a reemplazar a una alimentación adecuada,
sí que nos aseguraremos de que reciben las cantidades necesarias de
vitaminas y minerales tan importantes para su salud y necesarias para
potenciar su capacidad de atención en el exigente mundo escolar que les
toca vivir.
Vemma arriba a España en 2011 con una fórmula que combina filosofías tradicionales de bienestar oriental con prácticas medicinales occidentales. Presente en más de 50 países, la potente fórmula de antioxidantes estadounidense ayuda a prevenir o retrasar el proceso de oxidación en cuerpo, células y tejidos. Predomina el mangostán, combinado con vitaminas, minerales derivados de otras plantas, aloe vera orgánico rico en gliconutrientes y té verde orgánico.
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